martes, 29 de mayo de 2018

¿Cómo aprende el cerebro de un/una adolescente?


Mi hijo/a adolescente no quiere estudiar: ¿Cómo aprende el cerebro de un/una adolescente?


En la clínica me encuentro diariamente con padres de adolescente que con gran preocupación, me hacen preguntas acerca de cómo controlar esta etapa, intentan que el adolescente acate normas, sea responsable, consecuente, razonable… ¿Te has olvidado de cómo eras tú cuando eras adolescente?, les pregunto, y en la mayoría de los casos la respuesta es: Sí, me he olvidado/No lo recuerdo con claridad/ Yo no era tan problemático/a…

Según Erikson, un gran teórico del desarrollo humano, las principales preocupaciones del  adolescente son la autoafirmación y la autoestima, el adolescente se enfrenta a unos tremendos cambios físicos,  confusión de rol, cambios en los impulsos sexuales, cambios en lo que esperan de él familiares, profesores y amigos, lo que provoca una crisis de identidad, que pone en juego su nuevo autoconcepto.


Más allá del ejercicio de empatía que debemos hacer cada día si tenemos un hijo/a adolescente, nos olvidamos de una parte importante, que se encuentra en la base de todo el comportamiento adolescente: la biología.


Y es que el desarrollo del sistema nervioso que sufre importantes cambios en la adolescencia, sobretodo en el área frontal, que es el área que nos hace seres humanos adaptados a las normas y a la sociedad.

 Dicho esto, podemos interpretar que efectivamente, el cerebro adolescente no está preparado igual que el de un adulto para llevar a cabo procesos como:

·         Dirigir la atención
·         Planificar tareas futuras
·         Inhibir el comportamiento inadecuado
·         Realizar múltiples tareas
·         Y una gran variedad de comportamientos relacionados con lo social.

De hecho, las investigaciones muestran una disminución de la capacidad de los adolescentes para algunas tareas concretas, como combinar expresiones faciales con descripciones.

Todos esos cambios hacen que el sistema nervioso, se encuentre en una etapa de adaptación y maduración, que se plasma en algunos procesos a nivel cerebral:

·         Mielinización: proceso de recubrir los axones con mielina, para que transmisión nerviosa sea eficaz.

·         Sinaptogénesis: creación de conexiones nuevas.

    Poda neuronal: eliminación de conexiones ineficaces, que da lugar a poder grabar nuevas experiencias. 

·         Brote Neuronal: surgimiento de nuevas neuronas que crean nuevas conexiones.

·         Facilitación: es la base fisiológica de los patrones de conductas, es el proceso por el que el camino a cierta acción está facilitado.

Si bien son procesos que cobran importancia durante toda la vida, en la adolescencia tienen una importancia destacada y están relacionados con muchos procesos de aprendizaje.

Las actuales investigaciones, nos dicen que a la base de todos los procesos de aprendizaje están los llamados procesos psicológicos básicos:
·         Atención
·         Motivación
·         Memoria
·         Sensopercepción
·         Emoción

¿Por qué a mi hijo/a le interesa poco estudiar?

Ciertamente, el sistema educativo ha estado equivocado. La ciencia ha demostrado que no aprendemos al memorizar, ni al repetir una y otra vez, sino al hacer, experimentar y, sobre todo, emocionarnos. Más aún, aprender en grupo, logra que esos conocimientos perduren con más intensidad en la memoria.
“El binomio emoción-cognición es indisoluble, intrínseco al diseño anatómico y funcional del cerebro”, explica Francisco Mora, especialista en Neuroeducación.
Desde el concepto de neuroeducación se habla de la importancia de la emoción y la empatía, de la curiosidad, de los mecanismos de la atención, del propio proceso cerebral del aprendizaje y consolidación de la memoria, de los ritmos circadianos y de tantos otros ingredientes que influyen para innovar y mejorar la enseñanza. 
Y es que tanto padres, como educadores pueden convertirse en unos buenos diseñadores de aprendizajes con solo ajustarse a los últimos avances de las neurociencias.

¿Cómo puedo educar a mi hijo/a para que sea feliz?

Otra afirmación que con frecuencia me suelen decir padres y madres, es:

“Yo lo que quiero es que haga lo que haga, sea feliz”

Conecta con con él/ella. Vivimos en la era digital, sin embargo, a veces nos olvidamos de conectar con los demás. Ya desde los 18 meses se ha visto que los bebes tienen una gran capacidad empática, nuestro cerebro está preparado para conectar con los otros, tenemos un cerebro eminente social ,y nos equivocamos muchas veces pensando que las cosas materiales son las que nos harán felices, puede ser, que una cosa material me haga feliz en un momento determinado, pero los estudios han demostrado que es una felicidad efímera, lo que verdaderamente nos hace felices es estar conectados a los demás, esa felicidad si es una felicidad duradera. 

Para finalizar, desde aquí, te animo a probar el cambio, inténtalo, y si te resulta difícil busca ayuda. Podrás comprobar que los resultados llegan, porque muchas veces nos centramos únicamente en él/la adolescente y nos olvidamos de lanzar la mirada hacia nosotros/as mismos/as, no para focalizarnos en la culpabilidad, sino para poder mejorar, y en definitiva ser más felices juntos.


Manuela Oller
Psicóloga Sanitaria 
 

miércoles, 2 de mayo de 2018

Como prevenir el Acoso Escolar.


Hoy 2 de mayo se conmemora en todo el mundo el día Internacional contra el Acoso Escolar para dar visibilidad a un problema que afecta a muchos niños de todo el mundo, sin distinción en cuanto a clase social, raza o sexo.
   

Cada vez son más las familias y colegios que comienzan a tomar conciencia de la gravedad de este suceso, que se manifiesta no solo en forma de violencia física, sino también de manera verbal o por medio de las redes (donde su repercusión puede ser abrumadora por la gran rapidez con la que se difunden los contenidos a través de este medio y por el poco poder de control que se tiene de este contenido una vez está expuesto ahí), pero es necesario seguir trabajando mucho para concienciar a los niños sobre la importancia de rechazar cualquier acto de agresión entre iguales.


El acoso escolar comprende todos aquellos actos violentos, que se producen de manera repetida  y con la intención de hacer daño. Tiene una repercusión directa sobre la salud física y el bienestar emocional de la víctima, haciéndoles sentir entre otras cosas baja autoestima, sensación de indefesión (consideran que hagan lo que hagan no podrán mejorar su situación), sintomatología ansiógena, tristeza, irritabilidad por parte de los niños al llegar a casa y miedo a ir al colegio o a relacionarse con otras personas.

Una vez dicho esto, ¿qué podemos hacer los adultos para prevenir que esto ocurra?

- La primera y fundamental, no solo para educar en prevención contra el acoso escolar, sino para cualquier ámbito de  nuestra vida es ser un modelo para los niños. Puede parecer básico, pero si nuestros hijos observan que nosotros tratamos con respeto a las personas de nuestro alrededor, la probabilidad de que ellos adopten estas conductas también se incrementa. No podemos decirle a un niño que no insulte, no grite o no se ría de otro y luego que él observe que nosotros hacemos eso mismo.

- Edúcales en tolerancia y empatía. La empatía se define como la capacidad de percibir, compartir y comprender cómo el otro puede sentirse. Si los niños son capaces de comprender cómo los demás pueden sentirse ante diferentes situaciones y cómo sus actos pueden  influir en los demás, estamos haciéndoles más conscientes de la implicación que esta conducta tiene. Cada vez está siendo mayor el número de colegios que ponen en marcha iniciativas que fomentan la educación en estos valores, como programas de educación en inteligencia emocional y habilidades sociales, jornadas de patios inclusivos donde se potencia la interacción entre todos los niños del centro o metodologías de aprendizaje cooperativos que, como su propio nombre indica potencian la colaboración y cooperación de todos los niños del equipo para potenciar un aprendizaje mucho más diverso.

- Ser conscientes del papel que jugamos en el conflicto,  que en situaciones de acoso escolar no se limita solo al niño que acosa y al niño que es acosado, sino que todos aquellos que son conscientes de lo que ocurre pero no hacen nada para pararlo. También es fundamental que desde nuestro papel de adultos estemos alerta ante cualquier signo de alarma y no restemos importancia a ningún acto de violencia entre los niños, por poco relevante que pueda parecer.

- Preparar para la acción y dotar al niño de estrategias para informar a alguien y poner solución si es acosado o si conoce alguna situación de acoso. En este punto, además de ofrecerles nuestra ayuda para que hablen con nosotros si nos necesitan o de facilitarles teléfonos o direcciones de internet donde poder denunciar, también se puede proponer desde el centro la creación de asambleas donde los niños puedan expresarse o donde se les planteen situaciones conflictivas y se les anime a proponer soluciones para resolver (así les ayudamos a entrenar la resolución de conflictos), designar mediadores de grupos (niños que ayuden a otros a resolver conflictos), etc.

Para finalizar os adjuntamos el número de teléfono gratuito para posibles víctimas de Acoso Escolar:
900 018 018

Lleva operativo desde el mes de noviembre de 2016 y es atendido los 365 días del año por profesionales del ámbito de la psicología, el trabajo social, derecho, etc.


Ana Belén Montero García Moreno
Psicóloga Infantil
CM 32352